Amigos Enfrentados

Amigos Enfrentados
¿Por qué se rompe una amistad?

domingo, 24 de enero de 2010

Capítulo 8: PESADILLA

Me sentí impotente. No sabía como reaccionar. ¿Por qué se comportaban así? Los oí gruñirse, mirarse fieramente…
- ¡Chicos, parad! –Gritó Emma, corriendo haciendo ellos y poniéndose entre los dos- ¿se puede saber qué os pasa?
Vi que bajaban los brazos, aunque seguían mirándose con odio. Marc se giró y empezó a andar. ¿Se iba? Corrí tras él.
- Marc, ¿dónde vas? –le pregunté cuando me faltaban pocos pasos para alcanzarlo. Él se giró y me dirigió una mirada cargada de dolor.
- Voy a casa. No puedo estar aquí. No viendo como él te… -cortó sus palabras y apretó los puños de nuevo.
- Por favor… quédate –supliqué-. No te vayas…
- Tengo que irme. No puedo Charlotte, en serio. No lo entenderías
- ¿No entendería el qué? ¿Por qué no pruebas a explicarme? –no quería que se marchase. Quería estar con el… aunque también con Peter. Acababa de conocerlo, pero quería que ambos estuviesen a mí alrededor.
- No podría explicártelo aunque quisiera. –se acercó a mi y dio un cálido, aunque corto abrazo. Dejó un beso en mi coronilla, se giró y echó a correr. Yo me quedé allí, mirándolo como una tonta, con los brazos extendidos al haber intentado abrazarlo yo también.
Volví donde estaban Emma y Peter. Estaban discutiendo. Yo no quería meterme por medio, pero quería saber qué había pasado hace unos momentos.
- Te he dicho que no voy a pedirle ninguna disculpa. Yo no hice nada. Fue él.
- ¿Y qué es eso tan grave qué te ha hecho? A ver, explícamelo, porque yo no vi ni oí nada.
Peter calló al oír esto de Emma. De repente dio la vuelta y volvió a su casa.
- ¡El paseo se ha acabado! –gritó por encima de su hombro antes de cerrar la puerta de su casa.
Emma me miró pasmada. Yo estaba tanto o más asombrada que ella. ¿Acaso no había dejado de oír durante días que ellos eran los mejores amigos, que darían todo el uno por el otro? No sabía que había pasado, o si esto era normal, aunque por la expresión de Emma lo dudé.
- ¿Tú sabes algo que yo no? –me preguntó. Yo solo negué con la cabeza. No tenía ni idea de qué había pasado.
Al final decidimos irnos cada una a su casa. Teníamos deberes que hacer. Sólo esperamos que al día siguiente todo se hubiese arreglado. Llegué a casa tan pronto que hasta mis abuelos se preocuparon. Les dije que nos habíamos recogido antes para ponernos al día con las tareas, porque nos habíamos retrasado. Me miraron con orgullo, como si pensasen que sabía anteponer unas cosas a otras.
Subí a mi cuarto y después de acabar todo me acosté en la cama, vestida y todo. No dejé de dar vueltas, mientras pensaba en la actitud de Peter. En ese rápido acercamiento que habíamos tenido. Apenas nos conocíamos. ¿Por qué hizo lo qué hizo? Y Marc… ¿por qué tenía tanto dolor? ¿Por qué no me dejó ayudarle? Y lo más importante. ¿Qué tenían estos dos chicos que acababa de conocer, que hacían que me preocupase tanto por ellos?
Al rato me di cuenta de que debía estar dormida no podía estar viviendo yo esto realmente era imposible……
Me encontraba tomando aire fresco, sin nadie, como habituaba en España, tener mis momentos de soledad. Iba por una senda que llevaba al espeso e inmerso bosque, cuando vi entrar hacia el bosque a Marc; le seguí instintivamente aunque tenia mi momento de soledad, me apetecía la compañía de Marc. Al entrar en el bosque empezó aparecer una niebla extensa, daba terror estar allí sola, no hacia mas que mirar a los lados intentando localizar a Marc, no le veía por ningún lado, pero yo le había visto entrar hacia el bosque, últimamente andaba muy raro e irreconocible, siempre quería estar solo.
Llegue a un claro, vi a Marc en un árbol apoyado, con mirada perdida, me acerque lentamente, cuando de repente un perro enorme se cruzo en mi camino, quedando entre Marc y yo; sus ojos mostraban furia y rabia, haciéndome sentir desorientada e inquieta; el perro se puso en posición de atacar y rápida e increíblemente Marc se puso a mi lado en posición de ¿atacar? ¿Que iba hacer un simple humano contra ese enorme perro?
Por mi mente solo se me pasaban imágenes de Marc tirado a mi lado, mientras el furioso perro nos atacaba sin sentir piedad alguna por nosotros, intentaba gritar a Marc que huyera pero de mi boca no salia ningún sonido, estaba tan aterrada que no podía ni hablar ni moverme. Volví a mirar a Marc y estaba en el cuello del perro mordiéndole, se giro hacia mí, con toda la boca llena de sangre, venia hacia mi, cuando…..
De repente me desperté en mi cama, con todavía la ropa puesta y sudando de la horrible pesadilla que había tenido, ¿que era ese sueño? ¿Y que significaba?
No pude pegar en toda la noche, por lo que fue a clase con unas enormes ojeras y un sueño que me devastaba, Emma me esperaba en la puerta como todos los días, de camino a clase la conté lo que había soñado y me miro extrañada, creo que pensó que estaba loca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario