Amigos Enfrentados

Amigos Enfrentados
¿Por qué se rompe una amistad?

lunes, 11 de enero de 2010

Capítulo 2: CONOCIENDO

El resto de la mañana pasó sin incidentes. Tuve suerte de que Emma estuviese conmigo en todas mis clases. La verdad es que era muy agradable, y presentí que pronto podríamos ser grandes amigas. Hablamos de muchas cosas, aunque no le conté nada de mis padres, sólo le dije que había venido a pasar una temporada con mis abuelos, lo cuál era verdad, porque tenía pensando volver a España en cuanto cumpliese los 18 y fuese mayor de edad.
A la hora del almuerzo nos dirigimos a la cafetería y quedé impresionada de lo grande que era. En mi antiguo instituto era mínima, apenas había sitio para pedir las cosas, pero este sitio era enorme. Y había mesas y sillas dispuestas donde cogería prácticamente la mitad del instituto. Después de pedir nuestras comida, nos dirigimos a una mesa vacía y seguimos hablando un poco más.
- ¿Qué tienes pensado hacer después de las clases? –me preguntó Emma.
- Pues… sinceramente, no lo tengo muy claro. Debería terminar de desempacar mis cosas, porque llegué aquí ayer y digamos que saqué las cosas justas para hoy.
- ¿Quieres que te ayude? Así después podríamos dar un paseo y te enseño un poco esto. Hay cosas interesantes que ver.
Lo pensé detenidamente. La verdad, no me parecía mala idea, sobre todo pensando el panorama en casa. Mis abuelos no me dirigían más que miradas lastimeras, por todo lo que me había pasado, pero apenas hablábamos. Llevaba sin verlos desde que era pequeña, así que tampoco nos conocíamos lo suficiente como para entablar una conversación. Y estar otro día así… no, lo mejor era salir, y la compañía de Emma me agradaba.
- De acuerdo. Y probablemente terminemos pronto en casa, porque tampoco traje muchas cosas –dije pensando en que sólo había traído dos maletas con toda mi ropa y un par de cajas con libros, fotos y cds.
- ¡Genial! Llamaré a Marc y Peter, a ver qué les pasó esta mañana, y decirles que vengan con nosotras esta tarde. Quiero que los conozcas, seguro que te llevaras bien con ellos. Son majísimos, ya lo verás.
Cuando me dijo esto, puse mala cara. La verdad, lo que me había contado de sus “estupendos” amigos no terminaba de convencerme. Los imaginaba apuestos, pero a la vez, engreídos. De la clase de gente de la que me alegré alejarme de España, viendo alguna cosa buena en todo lo que me había pasado.
Emma se percató de que estaba con mala cara y pensando en las musarañas, pero no dijo nada. Me di cuenta y me alegré de ello. No era una persona para nada agobiante, podría tener mis ensoñaciones, que ya habían sido varias esa mañana, y no interrumpía mis pensamientos.
Cuando terminaron las clases nos dirigimos a mi casa. Mis abuelos no estaban, lo que era bueno, porque tenía que explicarles que no le había dicho a nadie lo de mis padres, no quería que se les escapara cuando trajera a alguien a casa. Lo que menos deseaba era que la gente sintiese lástima de mí. Terminamos de desempacar y colocar todas mis cosas, así que salimos a ver la ciudad. Me llevó a ver el castillo de Windsor, que me maravilló. Siempre me han gustado muchos los detalles arquitectónicos, así que lo miré detenidamente mientras Emma se volvía loca con su móvil, llamando una y otra vez a sus dos amigos sin éxito, ya que ninguno le cogía el teléfono.
Mirándome con ojitos de cordero, me preguntó si me importaría acompañarla a casa de uno de ellos, Peter creo que dijo, que estaba bastante cerca, a ver si había ocurrido algo. La miré indecisa, pero al final le dije que sí. Ella había sido muy amable conmigo todo el día, así que, ¿cómo iba a negarme?
Nos dirigimos hacia la casa del chico ese, Peter creo que me había dicho que se llamaba. Estaba bastante cerca del castillo, por lo que no tuvimos que andar mucho, Emma llamo a la puerta de la casa y nos abrió una mujer con una sonrisa en la boca.
-Emma, ¿qué tal estas cielo?- dijo la señora alegremente- ¿qué haces aquí?
-Hola Señora Harris, estoy preocupada por Peter y Marc, ninguno de los dos han ido hoy a clase y me resulto extraño- dijo Emma
-Peter hoy no fue a clase porque decía que no se encontraba bien, así que le dije que se quedara en la cama descansando, la verdad que creo que anoche cogió frío porque tardó mucho en volver de un paseo- dijo la señora Harris con cara de angustia- veo que tienes una amiga nueva-dijo sonriendo
Yo me estaba manteniendo callada toda la conversación, la verdad, no veía que yo tuviera que hablar hasta que la señora Harris pareció darse cuenta de mi presencia.
-Si es nueva en Windsor, se llama Charlotte y se ha mudado aquí con sus abuelos durante una temporada- dijo Emma amablemente y dedicándome una sonrisa-. Muchas gracias por todo Señora Harris, espero que Peter se recupere pronto- dijo Emma alejándonos de la casa.

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