Amigos Enfrentados

Amigos Enfrentados
¿Por qué se rompe una amistad?

miércoles, 20 de enero de 2010

Capítulo 6: EL SUEÑO

Noté que una suave brisa llegaba a mi cara. Abrí los ojos poco a poco, encontrándome muy cómoda en la posición que estaba. Me sobresalté al mirar a mi alrededor y encontrarme en medio del bosque. Intenté levantarme, pero unos fuertes brazos me tenían sujeta acunándome.
Levanté la vista asustada. Cual sería mi sorpresa cuando comprobé que era Marc quien me cogía de esa manera. Vi que sonreía cuando notó mi cuerpo relajarse tras realizar mi comprobación. Lo miré a los ojos y contemplé un brillo extraño en ellos.
- Lo siento si te desperté, pero necesitaba verte esta noche, aunque fuese mientras dormías. Entré a tu cuarto a través de la ventana, pero tu olor concentrado en esa habitación era la peor de las torturas. Decidí sacarte de allí para poder observarte sin… tanto riesgo. –Puso mala cara al decir estas palabras, dando la impresión de que había hablado de más.
No tenía ni idea de lo que me quería decir. Mi cerebro no funcionaba bien todavía a esas horas, así que sólo sonreí mientras bostezaba y me acurrucaba en su pecho. Pero no podía dormirme, no estando él aquí. Le miré de nuevo.
- ¿Por qué no duermes? Mañana prometiste ir al instituto, y después de haber estado enfermo deberías descansar para encontrarte con fuerzas.
- No podía dormir. Estos dos días que estuve enfermo dormí demasiadas horas y me encontraba desvelado. Por eso decidí ir a verte.
- ¿Cómo sabías dónde vivía? –pregunté extrañada.
Me miró sorprendido y vi que tardaba en responder.
- Mmm… mi madre conoce a tus abuelos, cuando salí de mi cuarto me comentó sobre ellos y donde vivían… Sólo me quedé con la dirección –me dijo sonriendo.
No terminé de creerme lo que me contaba, pero tampoco tenía ganas de discutir. Sólo quería dormirme de nuevo, aunque quería saber todo sobre él.
- Háblame de ti –le dije con voz somnolienta.
- ¿Qué quieres saber?
- No sé. Cuéntame cosas de tu vida. Emma no dejó de decirme durante dos días lo maravillosos que sois tú y Peter. Quiero comprobar por mí misma si eso es cierto. -¡Ups! ¿Yo dije eso? Me sonrojé al darme cuenta de lo que acababa de decir. Menos mal que estaba oscuro y mi cara medio escondida entre su pecho. Como se notaba que tenía sueño y no pensaba bien las cosas.
Él me miró sorprendido, pero vi que sonreía antes de continuar.
- Bueno, no creo que sea tan “maravilloso”. Lo que pasa es que Emma es mi amiga y me quiere demasiado, por eso sólo dice cosas buenas de mí. Pero conoce mis defectos como la que más. En fin, te contaré un poco sobre mí, si de verdad quieres conocer mi rutinaria vida. Pero si en algún momento te aburro, házmelo saber, ¿de acuerdo? –sólo asentí, por lo que el continuó- Bien. Pues… tengo 17 años, y mi cumpleaños es el 25 de agosto. Soy hijo único. No sé porqué mis padres no tuvieron más hijos, aunque los tres somos felices a pesar de que seamos una familia pequeña. En mi tiempo libre me escuchar música, leer, estar con mis amigos… En fin, supongo que lo normal a esta edad, ¿no?
Estaba escuchando lo que me decía, pero su voz era tan dulce que la sentía como si me arrullara. Poco a poco el sueño me venció, así que no terminé de escuchar lo que me contaba sobre él. Lo último que recuerdo oír fue “descansa, pequeña”, y que sus labios dejaron en mi frente un pequeño beso. Me sentí tan en paz conmigo misma que por primera vez en muchos meses dormí totalmente relajada y sin tener ningún sueño triste sobre mis padres.
De pronto, un extraño ruido me sobresaltó. Me incorporé y vi que estaba en mi cama. Busqué el ruido y me di cuenta que era mi despertador. Lo apagué y miré a mi alrededor, como si mi habitación fuese el último lugar dónde esperaba encontrarme. Intenté recordar algo de anoche, algún detalle en concreto. Pero nada se pudo hacer. No sabía si había pasado en realidad o había sido sólo un sueño… Me levante de la cama sofocadamente, dándome una ducha rápida y saliendo de casa sin desayunar siquiera. Necesitaba ver a Marc, aunque, ¿me iba a atrever a preguntarle si anoche habíamos estado en el bosque juntos? ¿O que solo era un sueño mío? No creía poder atreverme a decirle nada. Intentaría olvidarlo, ya que mi imaginación era demasiado fantasiosa, siempre me pasaba lo mismo. Llegué a la puerta del instituto y allí me esperaba Emma y para mi sorpresa también Marc. Emma tenía cara de tristeza por lo que me imagine que Peter no había aparecido, y Marc me miraba con ojos enternecedores y me sonreía. Me acerqué a ellos y entramos en clase y como no, era mi amiga, la de literatura, pensé para mí sonriendo. Entramos y me senté en mi sitio y Marc a mi derecha. Emma se sentaba en la fila primera y nosotros casi al fondo, la verdad que mejor, menos visibilidad de mi profesora hacia a mí.
Notaba la mirada de Marc encima de mí, poniéndome más nerviosa aún. Cuando la profesora se puso a escribir en el encerado más nombres de escritores, una nota llego a mi mesa, pillándome de sorpresa:
“Anoche tuve un sueño maravilloso, ¿tú no?” me giré instantáneamente y vi una sonrisa alumbrándole la cara. Me giré hacia el susurrándole
- ¿Esto que significa? ¿Qué anoche en verdad no fue un sueño?
Pero justo la profesora se dio la vuelta y me pilló mirando a Marc, hablándole. Cuando vi que me había visto me puse recta en mi silla mirando al frente.
- Me parece bien Señorita Other que no le interese la clase, pero no entretenga a sus compañeros si hace el favor- dijo mirándome fijamente.
La clase siguió sin más interrupciones y no pude hablar con Marc, estaba deseando que sonara el timbre y poder hablar tranquila y seriamente con él, tenia que explicarme lo de anoche y lo de la nota que me había mandado. Sonó el timbre, recogí mis cosas y al salir de la clase Marc había desaparecido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario