Amigos Enfrentados

Amigos Enfrentados
¿Por qué se rompe una amistad?

martes, 16 de febrero de 2010

Capítulo 20: PERDIDAS

Llevábamos ya un rato de camino y empezaba a impacientarme. ¿Dónde me llevaba?
- Peter, ¿qué es el sitio de siempre del que me hablaste?
- Es un sitio en el que solíamos jugar Marc y yo de pequeños. Está muy bien, tranquila, no echarás nada de menos, tiene todas las comodidades de una casa. Ya lo verás cuando lleguemos.
Siguió corriendo un rato más y yo me quedé adormilada por el vaivén de sus pasos. No sé cuanto tiempo pasó, pero noté que parábamos y me bajó con cuidado. Me quedé quieta y él me quitó la venda. Miré a mí alrededor y quedé impresionada.
Estábamos en una zona muy frondosa del bosque. Creo que nunca me había internado tanto en él. Enfrente de mí, había tres árboles gigantes, retorcidos, y sus ramas se cruzaban formando con ellas una especie de plataforma. Y justo en ese nudo, había una casita de madera, pequeña, pero tenía pinta de ser muy acogedora. Mientras miraba detenidamente, Emma asomó la cabeza por la ventana. Cuando me vio, una gran sonrisa se puso en su cara y empezó a saludarme. Miré a Peter, y él le sonreía también a Emma. ¿Cómo lo habrían pasado durante este tiempo para llegar a esta situación?
Subimos a la casa trepando por los árboles. Había unos huecos, simulando una especie de escalera, para facilitar la tarea. Cuando llegamos arriba, Emma salió y se tiró a mis brazos.
- Charlotte, qué ganas tenía de verte –unas lágrimas asomaron por sus ojos, pero se las secó y me volvió a abrazar- Siento todo lo que pasó mientras estábamos en el instituto, pero no sabía que hacer. Me dolió mucho saber que te fuiste porque te sentías sola.
- Está todo olvidado, Emma. De hecho, nada más llegar estaba intentando llamarte para poder hablar contigo. No quería que por culpa de los chicos siguiésemos nosotras así. No pude localizarte, pero ya me explicó Peter lo que ha pasado…
- ¡Oh, dios mío! Ha sido terrible Charlotte –me dijo Emma- Peter vino una noche a por mí y me sacó de casa, diciendo que tenía un mal presentimiento. Estuvimos en una cueva en otra zona del bosque, pero oímos que llegaban a donde estábamos. Nos escondimos para que no nos viesen y les oímos decir que mirara la señal de nuestros teléfonos para encontrarnos… Tuvimos que tirarlos y ya vinimos aquí… -Emma empezó a sollozar, pero Peter la rodeó con sus brazos y empezó a darle suaves besos en la cabeza hasta que se calmó- ¿Tú sabes quienes son esos vampiros, Charlotte?
- Por desgracia sí… Por ellos volví de España, ya que nos estuvieron persiguiendo a Marc y a mí, aunque al parecer nos han vuelto a encontrar. Ya le dije a él que se lo estábamos poniendo demasiado fácil.
Peter se tensó de golpe. Empezó a olisquear el ambiente, para después relajarse un poco. Cerró los ojos y asintió, como si hablara consigo mismo. Miramos a todas partes y vi que Marc venía corriendo tan rápido como cuando me transportó en España del parque a mi piso. Subió a la casa y me abrazó en cuanto llegó a mi lado.
- Te eché de menos –me dijo dándome un suave beso. Después miró a Peter, que tenía la mirada encendida hacia nuestra dirección- Me alegro de verte de nuevo. Gracias por darnos protección a Charlotte y a mí en tu casa…
- ¿Tu casa? –pregunté extrañada. Estábamos en el medio del bosque, en una casita en un árbol. ¿Qué hacía esta casita allí?
- Sí, es mía. Estos terrenos son de mi familia, y en una visita de mi tío, cuando yo era pequeño, me la construyó. Sabía que mi mayor ilusión era tener una casa en un árbol… -contestó Peter ilusionado.
- Después de aquello, siempre estábamos aquí jugando –dijo Marc- por eso entendí perfectamente cuando dijo lo de nuestro lugar de siempre.
-Pero esto no es una simple casita… Es una casa en condiciones. Creo que tiene más comodidades que el piso en el que me encontraba en Madrid… -dije yo, un poco asombrada.
- Bueno, la casa originalmente no era así. Poco a poco, entre Marc y yo, estuvimos haciendo mejoras, hasta dar lugar a tener agua corriente y electricidad. –Continuó Peter- En verano siempre nos veníamos aquí días y días, viviendo los dos solos… eran buenos tiempos.
- Y lo mejor de todo –dijo Marc- es que como estos terrenos tiene dueño, Elisabeth y Daniele no podrán entrar, porque no han sido invitados. Y la casita se encuentra justo en el centro. No podrán hacernos nada.
- Pero pasa una cosa –les dije yo, haciendo que todos me miraran- Igual que ellos no pueden entrar, nosotros no podremos salir de aquí… nunca.
Peter y Marc bajaron de la casita quedándose abajo, se les oía hablar sobre como podían hacer guardia y la lucha que tendrían que tener contra Daniele y Elizabeth, eso hizo que me estremeciera, no soportaba la idea de que Peter y Marc sufrieran algún daño, me debí de quedar dormida, porque cuando abrí los ojos encontré los brazos de Marc rodeándome dulcemente y besándome la frente, la verdad parecía una despedida por lo que me levante de golpe mirándole fijamente.
-¿Que sucede?- le mire intensamente-por favor dime que no es una despedida.
-Mi vida, siento decírtelo pero Peter y yo nos vamos hacer guardia por el bosque para vigilar que no se acerquen por aquí ni por nuestras casas, aunque no puedan entrar nuestras familias están en peligro porque salen por la calle.
A mi mente vino la imagen de mis abuelos, eso hizo que mi preocupación por el abandono de Marc no me fuera tan grande, debían de irse para ayudar a nuestras familias, no era justo que ellos sufrieran por nuestra culpa.
-De acuerdo mi amor, no me voy a decirte nada, debemos de proteger a nuestras familias, pero por favor tener cuidado Emma y yo estaremos aquí cuidándonos una a la otra hasta que volváis-le bese en los labios- intentar no tardar mucho por favor y traer provisiones porque no sabemos cuanto tendremos que estar aquí.
Vimos como preparaban las cosas y se marchaban, tanto Emma como yo estábamos asustadas, no por lo que nos pudiera pasar en su ausencia sino por ellos, por los que les pudiese suceder al cruzarse con ellos.
Estuvimos dos semanas sin saber de ninguno de ellos, eso nos asustaba ya que les podía haber pasado algo, nos habían dicho que no saliésemos de aquí, pero sentía que tenia que salir a buscarles no soportaba la idea de no volver a besar los labios de Marc o ver la sonrisa de Emma cuando Meter venia hacia ella, por lo que la propuse una idea haber que opinaba ella.
-Emma estoy preocupada por los chicos no sabemos de ellos desde hace dos semanas-la mire inquietante- se me ha ocurrido de salir al bosque a buscarles, teniendo mucha precaución para que Daniele y Elizabeth no puedan localizarnos.
-Pero Charlotte ellos nos dijeron que por nada saliésemos de aquí, aunque yo también estoy muy preocupada-dije temblando-creo que tu idea es loca aunque acertada.
Allí nos vimos preparando provisiones para aguantar unos días por el bosque, sabíamos que era un riesgo, pero salimos hacia el bosque pensando encontrarnos con Marc y Meter y volver a estar los cuatro unidos, salimos de las tierras de Meter y nos encontramos en un claro totalmente perdidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario